jueves, 30 de enero de 2014

Desentrañando el orgasmo



A pesar de que no ha recibido mucho bombo en la temporada de premios, esta "Masters of ex" es lo mejor que nos hemos echado a la cara de los nuevos estrenos de la temporada sin ninguna duda.

Los de la serie y los originales...
La serie nos cuenta los estudios que llevaron a cabo el ginecologo William Masters y su ayudante Virginia Johnson en la Universidad de Washington a principios de los 60 del pasado siglo para conocer los entresijos de la respuesta física humana durante el coito. Para hacerlo se dedicaron a monitorizar y grabar a voluntarios anónimos mientras se masturban y realizaban el coito. Todo esto a medio escondidas, claro, que, por si no ha quedado claro, estaban en los conservadores inicios de los 60...

Es curioso la actitud que tiene el arte y sobre todo el cine y la televisión respecto al sexo. Tal y como decía el genial Alan Moore cuando defendía su genial "Lost Girls",  pesar de ser una faceta inherente a todos los seres humanos, tendemos a marginarla. De hecho solo hace falta ver cuantas thrillers, historias fantásticas o westerns se han hecho y que pocas obras sobre sexo se han hecho. Afortunadamente ha habido a lo largo de la historia gente con la inquietud y la audacia de Masters y Johnson, que fueron capaces de saltarse los cortapisas morales y dedicarse a estudiar la respuesta humana de manera científica. Con estos resultados, lograron que cambiaron el enfoque de la sexualidad, y con ello los roles sexuales en nuestra sociedad (en la occidental, por lo menos...)
Sin embargo, por mucho que lo estudiemos, la sexualidad seguirá siendo algo complejísimo...Y es que, como deja claro la serie es muy muy complicado separar el sexo de las cosas que le rodea: amor, compromiso, reproducción, inseguridad…Y ahí es cuando surgen las tensiones que son el motor de la vida. Y también de esta serie claro.

Lo primero que viene a la cabeza cuando uno ve la serie es “Mad Men”. Y  aunque es indudable que ambas están marcadas por transcurrir en la década de los 60, y tiene ciertas similitudes en la puesta en escena, el enfoque de ambas es bastante distinto. En primer lugar está el tono de esta serie, menos oscuro que el de la serie de los publicistas. Ya los divertidísimos y audaces título de crédito dan una idea del tono que va a tener la serie. Existe en esta ficción una celebración del acto sexual como la maravilla que es en si mismo, y por eso las secuencias sexuales, de las que la serie no anda escasa, son vistas de manera natural y con un punto festivo: los inicios del estudio en lupanares con el Dr Masters escondido en el armario con un cronometro mientras las prostitutas se trabajaban a los clientes; los primeros experimentos, ya en laboratorio, bien en solitario, bien en pareja; las primeras grabaciones en video de experimentos… Eso sí, que nadie vaya a ver la serie esperando “El liguero mágico 2”: todas las secuencias de sexo que aparecen tienen un motivo más alla de mostrar carne fresca.

Los actores están todos estupendos, empezando por los protagonistas encarnados por Michael Sheen y Lizzy Caplan, y acabando por secundarios como el matrimonio al que dan un recuperado Beau Bridges y Allison Janney, la divertida secretaria interpretada por Helene Yorke, o la trágica doctora incorporada por Julianne Nicholson.

Otra cosa que es de agradecer es el buen ritmo que tiene la serie: ya en el primer capítulo suceden un montón de cosas, y la tónica se mantiene así durante el resto de episodios, lo que hace que el interés se mantenga alto durante toda la temporada.


La reconstrucción de la época también está bastante lograda, pero no alcanza el nivel de exquisitez de “Mad Men”, como tampoco lo hacen sus diálogos. Esto no quiere decir que los diálogos sean simples, pero no son tan sofisticados como los que se oyen en la serie de los de Madison Avenue, probablemente por que en esta última, las relaciones son más complicadas.







Una serie a tener en cuenta. Tanto por el tema que trata como por la manera de hacerlo. Aquí estamos deseando que llegue la nueva temporada. Para poneros los dientes largos os dejo con la secuencia de créditos. Una pequeña joya.


viernes, 24 de enero de 2014

¿Inocencia presunta?


Lucas es un maestro de educación infantil en un pequeño pueblo danés, que tras un divorcio bastante complicado parece que va levantando cabeza: parece que su hijo se va a ir a vivir con él, comienza una nueva relación con una compañera de trabajo... Sin embargo unas falsas acusaciones de abuso sexual hechas por Klara, la hija de cinco años de su mejor amigo, provocadas por el despecho, la confusión (tiene un deficit de atención) y el desconocimiento de sus consecuencias, convertirán su vida en auténtico calvario, a consecuencia de un proceso casi inquisitorial.

Me quedé con muchas ganas de ver esta película cuando se estreno en cine, y hace poco por fin saqué un rato para verla. Y aunque pasará bastante tiempo hasta que vuelva a verla, porque es de esas películas que le dejan a uno mal cuerpo, es indudable que se trata de una gran película. Aunque no he seguido mucho la carrera de Vinterberg ("Celebración" estuvo bien, pero hubiera estado mucho mejor si no hubiera estado rodada con el dichoso estilo Dogma 95, y con "It´s all about love", su incursión en el cine norteamericano, me pudo el sopor...), es indudable que le interesa mucho la fragilidad de nuestra civilización, cuya respetabilidad y civismo se vienen a bajo ante el mínimo resquicio.

En esta tema además no se ha cortado un pelo, y ha cogido un tema tan espinoso como los abusos sexuales a menores, probablemente uno de los crímenes más viles y crueles que se pueden cometer. Poca gente suscita más odio que los pederastas. ¿Pero acaso no tiene derecho todo el mundo a la presunción de inocencia? Pues tal y como plantea la película y como vemos en la realidad, esta claro que no. Una acusación de este tipo ya deja a la persona marcada de por vida, y siempre va pender esa sospecha sobre ella.

Llama la atención como todos los habitantes del pueblo, a excepción de un único amigo, dan por hecho que ha cometido el crimen por la mera acusación de la niña (todos sabemos que los niños son totalmente inocentes y nunca mienten...) y con eso se sienten libres para convertir al protagonista en un paria y hacerle la vida imposible.  Por momentos parecen que se alegran de que haya un motivo para realizar un linchamiento, ya que antes de que se haga la acusación, hay secuencias que muestran una gran violencia soterrada, como la caza y las reuniones entre amigos. Una vez que se desata todo, hay varias secuencias demoledoras, como una que implica al hijo del protagonista, o la visita de Lucas al supermercado, que deja al espectador sin aliento. Esa sociedad tan modélica y tan respetuosa, es capaz de hacer auténticas barbaridades sin sentir ningún remortidmiento por ello. Vienen a la cabeza hechos como el apoyo que tuvo el nazismo en su punto álgido.


Pero esta película también es un canto a la dignidad y lo costoso y lo importante que es mantenerla en los momentos más bajos. La carga moral de este película me trajo a ratos a la mente a John Ford y la dignidad que muestran siempre sus protagonistas. Y más aun en momentos como el de cierto entierro que se produce bajo la lluvia, o la secuencia en la iglesia en la misa del gallo, en la que el protagonista hace acto de presencia y lanza a la cara a todo el pueblo su hipocresía (excelente idea que la historia transcurra en los previos de la Navidad, la época del año que saca lo mejor de nosotros mismos...).



La estupenda realización brilla en todas las secuencias que he ido comentando y en otras muchas, como el acercamiento que hace a la niña, la cual entre el aire ausente que le presenta y ese pelo casi albino, me trajo a la memoria los terroríficos niños de "El pueblo de los malditos".








Y es imposible no hablar de esta película sin nombrar la fascinante interpretación de Mads Mikelsen. El excepcional actor que ha sabido igualar el icónico trabajo que hizo Anthony Hopkins dando vida al Dr. Lecter, da todo un recital de interpretación, aguantando sobre sus espaldas el peso de la cinta y sin abandonar la pantalla en un solo momento. Para mí la mejor actuación del 2013.




Dejo para lo último el final, totalmente desolador que pinta un futuro negro, negrísimo para el protagonista, y que te deja helado.

Una película fascinante y perturbadora. Eso sí, no sé que es lo que más asusta, sí el hecho de que todos podemos vivir la terrorífica situación que vive el protagonista, o que todos somos potencialmente esa pueblo violento y salvaje con ansias de linchamiento.

martes, 21 de enero de 2014

La mundanidad romana


Gep Gambardella (impresionante Toni Servillo) es un escritor que, cuarenta años después de escribir su único libro "El aparato humano", del que aun se sigue hablando, se dedica unicamente a escribir articulos por encargo que le permiten llevar su cómodo y elevado nivel de vida y seguir siendo la persona que todos quieren en las mejores fiestas de Roma. Sin embargo, tras celebrar su 65 cumpleaños, se da a la fuga de su propia fiesta y se dedica a vagar por la ciudad haciendo lo que lleva toda su vida haciendo: buscar la belleza.

La verdad es que ha sido una experiencia curiosa esta "La gran belleza". Cuando la vi en el cine hace unos días, me gustó, y algunos momentos me parecieron francamente brillantes, pero también tengo que reconocer que me parecieron excesivas las alabanzas que ha recibido. Sin embargo ahora que he dejado que transcurran unos días, cuando vuelvo a pensar en ella, me encuentro sonriendo. Y eso es algo que nunca puede ser malo.

Ya la cita con la que da inicio la película, sacada de "Viaje al fin de la noche" de Louis-Ferdinand Celine, es toda una declaración de principios de por donde van a ir los tiros. Al igual que el libro, se trata de una estructura más episódica que narrativa, guiada por un protagonista (que deviene más bien en un observador...) desde cuyo punto de vista descarnado y brillante vamos siguiendo lo que acontece. Si uno va buscando una trama típica con inicio, nudo y desenlace se sentirá defraudado y no entrará en la película. Pero si uno se deja llevar por la envolvente puesta en escena y los brillantes diálogos de Sorrentino, se convierte en una grata experiencia. Y como queda claro viendo el trailer y las fotos que acompañan la entrada, Fellinni y su "La dolce vita" también están en la recamara, pero no asustarse, que esta propuesta es bastante más accesible que la epopeya de Marcelo...

Como ya anuncia el título, el protagonista tiene el don de saber encontrar la belleza. Puede verla en los pechos de un stripper madura, en un coro de niños en una iglesia, en el olor de las casas de los viejos, en una escultura, en el rostro de una monja de 103 años o en una bandada de flamencos a mitad de su regreso desde África. En todos estos sitios está. Y Sorrentino sabe muy bien como mostrarla con imagenes que se quedan grabadas en la retina. Pero también sabe que esa belleza es imposible de agarrar. Dura solo un instante y al poco se desvanece o muta en algo vulgar o vacio. Empujado por la imposibilidad de lograr retenerla para siempre, el protagonista parece vagabundear por la ciudad persiguiendola, sin atarse a nada ni a nadie ni emocional ni economicamente. Por desgracía, unido a este don también va la maldición de ser consciente de todo lo aburrido, hortera y superficial que hay en el mundo. Como queda claro en la secuencia de la fiesta, la segunda de la película, en la que el protagonista queda abstraido de lo que le rodea mediante un estupendo uso de la cámara lenta para aclararnos que esa fiesta, con todo su sensualidad y su desenfreno, no le dice nada.

Y esto también se aplica al paisaje humano de la película. El realizador logra una cinta que desmenuza sin compasión a la burguesía romana, sin obviar ninguno de sus excesos, miserias y vicios... Hay diálogos y secuencias totalmente demoledores, como el monologo que se marca Jep en la terraza para bajarle los humos a una amiga que presume de su conciencia ciudadana, la secuencia del botox (que por momentos parece un homenaje al "Brazil" de Terry Gilliam), la absurda performance a los pies del acueducto, o la condescendencia con la que se filman las fiestas a lo largo de la cinta. Pero a la par, logra que uno sienta hasta cierta compasión por ellos y su entrañable decadencia. Como tan bien queda representado en la escena del funeral, toda su vida es una pantomima, pero al final la pantomima está tan bien hecha, que resulta imposible dejarse llevar por ella y no emocionarse.


Una gran película. Que descoloca, pero que deja buen sabor de boca y va mejorando con el paso de los días. Y además logró que me quedara en la butaca hasta que acabarán el bellísimo travelling sobre el que se nos muestran los créditos, en el que la cámara vuela sobre el Tiber, como si los ojos de Gep siguieran buscando la belleza...


viernes, 17 de enero de 2014

La odisea del cantante folk


Llewyn Davies está atravesando una mala época. Su carrera como cantautor de folk no pasa más allá de dar conciertos en un garitos para pasar luego la gorra entre el público, y como no tiene casa, mendiga entre sus amigos (o incluso conocidos, que la cosa está muy mala...) para pasar la noche . Pero es que además se le amontonan los problemas: embarazos indesados, cargas familiares, gatos escapados...

A los Coen les gusta mucho hacer sufrir a sus personajes. No es que los odien, pero si que se ve que les gusta hacer comedia sobre como sufren, y no tienen miedo en llevar las putadas a su nivel último, como demostraron en la excelente "Un tipo serio". Quizás se trata en una herencia de sus educación judia, o quizás solo sea la visión oscura que tienen del mundo. En este caso reinciden en ello. Se nos narra una semana en la vida del personaje, y no contentos con hacerle pasar fatigas sin fin, en la película se siembran semillas que nos muestran que su situación solo tiene visos de empeorar.

Como tantas otras veces en su carrera, reinciden en la figura del perdedor. En esta caso se trata de un perdedor con talento, como demuestra en las interpretaciones que ofrece a lo largo de la película, pero aun así va a seguir fracasando. Y como bien dice Manué en su estupenda reflexión, los Coen le han dado a la película una estructura circular, que convierte su vida casi en una maldición condena a repetirse por los siglos de los siglos. Amén. Esto se ve reforzado también por las referencias mitológicas que van dispersando a lo largo de la cinta: gatos que se llaman Ulyses y regresan solos a su hogar cuando nadie los esperaba ya; el descubrimiento de hijos que aparecen por sorpresa; viajes tortuosos teñidos por la muerte; o la  inexplicable capacidad del protagonista de dejar embarazadas a mujeres de manera casi inevitable, ponga los métodos anticonceptivos que ponga... A pesar de toda esta tristeza, los Coen siguen manteniendo un gran manejo de la comedia (si hasta hicieron gracioso el terrorífica personaje de Chigurh en "No es país para viejos"...) y hay bastantes momentos de carcajadas.


Los actores están todos muy bien, como suele ser habitual en sus películas, y hasta la siempre repelente Carey Mulligan, hace aquí una interpretación más que aceptable. La música y el diseño de sonido están muy cuidados como siempre en sus películas. Como curiosidad apuntar que en este caso no han colaborado con el habitual y excelente Roger Deakins, sino con Bruno Delbonnel, que en lugar de los vistosos encuadres del primero, opta por un tono desvaído, como de fotografía envejecida, que resalta el tono pesimista de la cinta.

Una buena película. No se trata de su mejor obra, pero se ve muy agradablemente y suma una pieza más en su particular visión del cine y la vida.


lunes, 13 de enero de 2014

¡¡¡Cumplimos 2 años!!! + Las películas más esperadas de 2014

Estoy tan seria porque este pastel no me lo voy a comer yo....
Parece que fue ayer, y este blog ya ha cumplido su segundo año. Para nuestra sorpresa, sigue habiendo gente con interes por leernos JEJEJE
Ante todo, muchas gracias a todos los que nos siguen y que hacen que continuemos con ganas de ir contando aquí nuestras divagaciones y tontunas. Mientras vosotros sigáis ahí, nosotros seguiremos alimentando este blog.
Y a continuación,  vuelve lo que ya se ha convertido en una costumbre, (con, ejem, un año de antigüedad...), las películas más esperadas de este año. Si alguien se echa a faltar algunas del año pasado que aun no se han estrenado, aquí van las explicaciones. No incluyo "El lobo de Wall Street" ni "La gran estafa americana", porque se estrenan este mes, aunque desde luego se trata de dos de las que más ansío ver, ni tampoco "Her" de Spike Jonze, "Noah" de Darren Aranofsky, y "Open Windows" de Nacho Vigalondo, no porque se me hayan quitado las ganas de verla, (siguen siendo muchas), sino porque ya estaban en el listado del año pasado. y quito de la lista "La espuma de los días" de Gondry, "Pietá" de Ki-Duk y "Passion" de DePalma no por que las haya visto ya, sino porque no han llegado a España, o por lo menos no a mí ciudad. Tirón de orejas para los distribuidores y exhibidores. Con la subida del  IVA les dieron para el pelo pero bien, pero si no se la juegan un poco, al final hay que buscarse la vida por otros métodos para ver las películas. Y no estoy hablando de películas pakistanís sin premios, sino de cintas de directores reconocidos, ganadoras de premios en festivales importantes y con actores famosos. Ahí lo dejo aunque se que nadie me va a escuchar...

De las películas que hay a continuación pasará lo de siempre, algunas superaran las expectativas, otras quedarán en tierra de nadie y alguna será una decepción. Y lo que es mejor, seguro que aparece alguna sorpresa que nos alegra la temporada cinematográfica. Alla vamos:

"Calvary" de John Michael McDonagh. A pesar del nombre, parece que el mejor de los hermanos McDoagh (por lo menos en lo que a mí respecta) va a repetir con el protagonista (Brendan Gleeson) y el tono (comico-negro) de su anterior película, “El irlandés”, que nos dejó una gran sabor de boca.





"Dumber and dumber to" de los hermanos Farrelly. ¿En serio no tenéis ganas de verla? Yo soy de los que no tuvo arrestos de ver la precuela, pero sinceramente, la primera es una de las películas más divertidas y con más mala uva que he visto nunca. Aunque probablemente me termine por decepcionar, la espero con muchas ganas.


"Dawn of the planet of the apes" de Matt Reeves. “El origen del planeta de los simios” fue el mejor blockbuster y la mejor ciencia-ficción de ese año. Y en mi escala anual solo le superó como mejor película la brillantísima “El topo”. Ahora vuelve en una película sin el director Rupert Wyatt ni James Franco. A cambio tenemos a uno de los mejores actores de la actualidad, Gary Oldman, y al director de la reivindicable “Monstruoso”. Los guionistas son los mismos y Andy Serkis va a estar de nuevo haciendo historia con la interpretación con captura de movimiento. El tráiler por ahora pinta bien. Crucemos los dedos.



"El niño" de Daniel Monzón. Monzón vuelve después de deslumbrar hace cinco años con “Celda 211”, que le confirmó como un director a tener muy en cuenta tras unos inicios un tanto irregulares (“El corazón del guerrero”, “La caja Kovak”…) Además repite Luis Tosar como protagonista, que siempre es un aliciente.







"Gone girl" de David Fincher. David Fincher dirige, así que no hay nada más que añadir. Ni siquiera aunque Ben Affleck siga empeñado en deslucir películas con su actuación con lo bien que se le da dirigir, va a evitar que vea este thriller.

"Guardians of the galaxy" de James Gunn. Nunca me ha intrigado tanto una película de Marvel. Por una lado, está el hecho de que nunca he leido nada de estos personajes en ninguna de sus encarnaciones. Además no sé cual es el tono que se le quiere dar, ya que se supone que es una epopeya galáctica, pero luego la venden con imagenes promocionales como esta de aquí al lado, o el trailer, que pintan bien, pero que le deja a uno con el culo torcido. Y para cerrar está el hecho de que la dirige Gunn, cuyo último trabajo es la muy destroyer "Super". Si que tengo muchas ganas de ver que hace Benicio del Toro con el personaje de "El coleccionista", que siempre me ha encantado.




"Interstellar" de Christopher Nolan.  El tráiler que han hecho hasta el momento, la verdad es que no aclara casi nada, pero Nolan puede sacarle chispas a la ciencia-ficción como demostró esa maravilla llamada “Origen” (la trilogía de Batman es para mí cine criminal). Y el reparto es de campanillas.





"Jupiter ascending" de Lana & Andy Wachoski. A ver, seamos sinceros. A est@s dos herman@s no les ha ido bien economicamente desde que cerraron la trilogía de Matrix. Y aunque "El atlas de las nubes" fue una pasada, no dio pasta. Así que esta cinta parece una intentona de reverdecer laureles con una historia de ciencia-ficción y acción. El trailer no les ha quedado fino, pero aun tengo ganas de verla.




"Moebius" de Kim Ki-Duk. Esto podría convertirse en una maldición. Cada año podría poner una película de Kim Ki-Duk que nadie tendrá los arrestos de estrenar por aquí. Espero equivocarme.



"Rec 4" de Jaume Balargueró. El final de la mejor saga de terror ibérica. La primera entrega continua imbatible como una de las cosas más terroríficas que servidor ha visto en una sala de cine. Y las secuelas son inferiores pero muy entretenidas. Esperemos que Balaguero este más cercano a la genial “Los sin nombre” que al resto de su  (mediocre) carrera en solitario.


"Snowpiercer" de Bong Joon-ho. Este hombre tiene en su haber tres peliculones así del tirón "Memories of a murder", "The Host" y "Mother". Aquí ha adaptado una tebeo francés que desconozco y ha contado con dinero y actores occidentales con la intención de conquistar todos los mercados. Esperemos que siga la senda de Park Chan-Wok con la estupenda "Stoker" y no asfixien su personalidad. En Corea del Sur lo ha petado.


"The grand Budapest hotel" de Wes Anderson. A este tio se le va la mano a veces, pero con esa maravilla que fue "Moonrise Kingdom" aun en mente, hay que acercarse a ver esto. Y además transcurre en Budapest, una de mis ciudades favoritas.




"Transformers: Age of extinction" de Michael Bay. Hace poco hice una oda a la última película de Michael Bay. Y ahora se despide de una saga, que guste personalmente o no, si ha triunfado en taquilla es gracias a él. Ha mandado a freir monas al pesado de LaBeuf y lo ha cambiado por el mucho más solvente Walhberg, con lo que todo el mundo sale ganando.


"Under the skin" de Jonathan Glazer. ¿Scarlett Johansson de morena dando vida a una alienígena que queda con hombre solteros en las Highlands escocesas para devorarlos? No me lo pierdo por nada. Si a esto le añadimos que esta basado en una novela de Michel Faber, que me dejó con alucinado hace años con "Flor blanca, petalo carmesí" hace ya bastantes años. Además aunque las anteriores películas del director “Sexy Beast” y “Reencarnación” tampoco me mataron, tiene crédito con su sensacional carrera dirigiendo videoclips.





"X-Men: Days of future past" de Bryan Singer. Da un poco de pena que Matthew Vaughn se desentendiera y se quedara como productor para dedicarse a la adaptación de "The secret service" de Mark Millar, dada la maravilla que logró con "X-Men: Primera generación". Pero me cuesta imaginar un sustituto mejor que Singer, que en su mejor película, "X-men 2", logró la mejor película que los mutantes han tenido hasta ahora. Y adaptan además una de las mejores historias de los mutantes. ¿Que más se puede pedir? Que la estrenen ya.

jueves, 9 de enero de 2014

Mis discos favoritos de 2013

A la gente nos gustan las listas de los mejores y los peores. Parece que nos hace sentir seguros el tener algo que nos ayude a orientarnos a la hora de elegir que disco escuchar, a que restaurante ir o que país visitar. Algunos dirán que se debe a algún trauma no resuelto en la fase anal del desarrollo. Y otros dirán que es algo de freakies.  Pues entonces tiene que haber mucho fase anal no resuelta y mucho freakie, porque las listas gustan y venden: solo hay que ver, como cualquier publicación, de lo que sea, cuando quiere que algún número venda más, pone en portada “Los XX (normalmente son 10, 25, 50 o 100, se huye de números no redondos a no ser que sea una revista masculina, en cuyo caso es fácil que tiren de números con premio, como el 13 o con chiste como el 69) mejores  (y aquí lo que sea)”. O como se venden como churros los libros de “Los 1001 XXXXX que deberías conocer antes de morir”
Toda esta parrafada es porque por primera vez, voy a hacer un listado de los discos del pasado año que más me han gustado. No es que yo sea una autoridad en música (bueno, ni en ninguna materia…) pero me apetece, ya que creo que ha sido un año con una cosecha musical bastante interesante. Allá vamos


10) The Wave Pictures “City Forgiveness”
Estos chicos nunca van a hacer un disco tan vitalista como "Instant coffe baby". Eso es algo que hay que asumir para seguir disfrutando de ellos. Cuesta hacerlo, pero una vez que lo haces se puede seguir disfrutando de maravillas como este disco lleno de solos, con el que han cumplido su tradición de disco por año.  Hay está "Lisbon" para demostrarlo.




9) Neko Case "The worst things get, the harder I fight, the harder I fight, the more I love you"
Otra sorpresa. Nunca había oído nada de esta mujer en solitario, solo de su interesante trabajo con "The new pornographers", pero cuando empecé a oir todas las alabanzas que le dedicaba la gente, le dia una oportunidad. Y ha sido una buena idea. Con su sonido que mezcla el country con un pop-rock con ramalazos ochenteros, logra un disco emotivo meláncolico, pero a la vez esperanzado.




8) Franz Ferdinand “Right thoughts, right words, right action”
Los sucios escoceses volvieron el pasado año con un disco que quizás haya pasado demasiado desapercibido. Hay que asumir que probablemente no vuelvan a hacer un disco del impacto de su debut, o de su muy recomendable continuación. Es una pena pero es así. De cualquier manera es injusto despachar este disco diciendo que son un palido reflejo de lo que fueron, que su fórmula es repetitiva, que ya no tienen nada que aportar... No nos pongamos tan exquisitos, por Dios. Este disco mejora en mucho su anterior "Tonight...". Tiene un puñado de canciones más que apreciables y se acercan a nuevos sonidos con más fortuna que sus previos escarceos con la electrónica. Es una pena que acabe con una canción estupenda que se llama "Goodbye friends & lovers". ¿Despedida anticipada de una disolución al final de la gira? Esperemos que no. Hacen falta más bandas como Franz Ferdinand.



7) Phoenix “Bankrupt”
Otros a los que les ha pasado un poco lo mismo que a Arcade Fire, se les ha ido la mano con los ornamentos y la manía de meter más sonidos. Un sonido menos recargado hubiera dando un disco más redondo. Pero si dejamos un lado lo que podría haber sido, nos encontramos con otro paso más de los de Versalles en su afán por alcanzar la melodía perfecta. Si por el camino dejan cosas como "Entertainment", "SOS in Bel Air", "Trying to be cool",  o "Drakkar noir". Os dejo aquí con el curioso videoclip que grabaron en una sola toma para los dos últimas canciones.

"
   

6) Queens of the stone age “… like Clockwork”
El zanahorio se ha hecho esperar pero se ha marcado un discazo. Al principio depertaba un poco de desconfianza en mí eso de que solo se hablara de las colaboraciones, y quedara algo así como un Pavarotti & Friends... Pero nada más lejos de la realidad. El disco es Queens of the Stone Age al 100% A mí me convence más la primera mitad del disco, que encadena pepinazos así como de seguido. Pero la obra final desde luego no desmerece en absoluto. Como muestra aquí va el video quinqui que se marcaron con las cinco primeras y mejores canciones.



5) Arcade Fire “Reflektor”
Otro disco al que la gente le ha dado estopa de mala manera. De primeras descoloca,  pero ya teníamos que haber estado preparados para él. Si uno lo piensa un poco, este disco es la consecuencia lógica de poner a los canadienses bajo la producción de James Murphy. Y desde luego que es el peor disco de Arcade Fire, pero aun así ha sido uno de los discos del año sin duda. Sin duda se les ha ido la mano con el minutaje y la promoción, y que hay canciones que sobran, pero aun así contiene unas cuantas joyitas como para que nos hagan seguir teniendo en cuenta a los canadienses. Y gracias a este disco tenemos esta fascinante performance de “Afterlife” dirigida por Spike Jonze en los YouTube Awards.


4) Kanye West “Yeesuz”
Si alguien nos sigue con frecuencia, sabrá de mi admiración por este hombre. Es mi músico estadounidense favorito, y sus trabajos, lejos del usar y tirar que tanto se lleva ahora, solo hacen que crecer con las escuchas. Bueno, pues este tío que es capaz de escribir canciones quejándose de lo mal que le tratan en un hotel de lujo, ha hecho el disco más punk del año. Un disco aspero y sin florituras. Y eso es mucho decir teniendo en cuenta que estamos hablando de hip-hop, género que siempre peca de discos largos larguísimos y producciones sobrecargadas. Si me tengo que quedar con alguna canción del disco, mi favorita es “Hold my liquor”, pero hay otras maravillas como “Black Skinhead” o “Blood on the leaves”. Pero voy a poner el video de “Bound 2”, en el que básicamente se dedica a enseñarnos como folla con su mujer Kim Kardashian en una moto. ¿Acto de chulería supremo? ¿Tomadura de pelo a sus seguidores y a los medios de comunicación? Con este tio nunca se sabe. Después de verlo, es imprescindible echarle un vistazo a esta parodia que le hicieron Seth Rogen y James Franco. Para orinarse encima de la risa.





3) Vampire Weekend “Modern Vampires of the city”
La sorpresa del año. Aunque el primer disco de los de Ezra Koening me gustó (¿Hay alguien a quién no le guste?), el segundo me dejó muy frio y no tenía muchas esperanzas en ellos. Pero cuando me decidí a darle una escucha me encontré con un discazo, que recupera la energía de su primer trabajo añadiéndole más reflexión y profundidad, pero sin caer en lo pedante. La decepción vendría algo más tarde, cuando les vi en directo, que fue de una sosez insoportable (me fui antes de que acabara…). Pero el disco sigue siendo la caña. Como muestra hay esta “Diane Young”.



2) Arctic Monkeys “AM”
Solo el cielo es el limite de Alex Turner y los suyos. Sin estridencias, se han convertido en la banda de rock más fiable, innovadora y fiel a sí misma de la actualidad. De primeras me costó un poco cogerle el golpe al disco (siempre me pasa con sus trabajos: les tengo que dedicar esfuerzo), pero a base de escuchas voy encontrando un montonazo de perlas que quedarán de maravilla en sus ricos directos. Siguen la senda marcada por “Suck it and see”, con esos coros que nos hacen pensar en los años 50, pero meten sonidos más metálicos y pesados. Una pasada, que seguiré escuchando y mucho a lo largo de este año.





1) Daft Punk “Random Access Memories”
La gente se ha quejado diciendo que han sido unos pesados, que el triunfo ha sido consecuencia de la promoción y no de su valor musical. Y desde luego que querían que fuera un éxito y no han dejado palo que tocar para lograr ruido mediático. Pero esta vez había mucho ruido y muchas nueces. Casi tantas como canciones tiene el álbum. Aparte de contener el single pluscuamperfecto “Get Lucky”, tiene mucho más. ¡¡¡Si hasta han logrado que Julian Casablancas vuelva a parecer emocionado por hacer música!!!  Experimentan con nuevos sonidos y miran hacia el futuro con ese corte final sideral llamado “Contact”, pero rindiendo respeto al pasado, con dos cortes que son homenajes, pero que son también canciones geniales y emotivas: “Giorgio by Moroder” un homenaje al músico y a la pasión por crear, y “Touch” la canción que más veces he oído este año y que viene a ser una opera de apenas 5 minutos, recuperando al inolvidable villano de “El fantasma del Paraiso”, Paul Williams, que con su marchita voz pone los pelos como escarpias.







Y esto ha sido todo. Ahora os toca a vosotros enumerar los discarros del años pasado....

lunes, 6 de enero de 2014

Risas y miseria.



Mi relación con Michael Bay es curiosa. Durante un tiempo me pareció el Anticristo del cine. Sus tres primeros trabajos ("Dos policías rebeldes", "La roca" y "Armagedon") son espeluznantes y horteras como ellos solos. No había manera de enterarse de los que pasaba en pantalla con esos planos tan cortos y todo ese ruido... De hecho tras ver "Armagedon", decidí que ya había tenido suficiente y que nunca más iba a ver una película de este hombre. Y hoy es el día que aun no he visto "Pearl Harbor" ni "Dos policías rebeldes 2"... Pero en 2005, atraído por Johansson y McGregor y un argumento que prometía, me acerqué al cine a ver "La isla", y para mí sorpresa me gustó bastante. Su estilo visual se había calmado un poco y sus tics, de puro excesivo, me empezaron a parecer simpáticos.... Y poco después me dio en la linea de flotación cuando se anunció que iba a realizar "Transfomers", uno de los mitos de mi infancia... Y con estas películas, comencé a apreciar lo que hace. Es un hortera, es excesivo, le encanta el sentimentalismo cutre y el patriotismo de pecho de lata, pero si tiene que hacer alguien que haga ese tipo de cosas, prefiero que sea él, que no tiene vergüenza ninguna en reconocer que él es así. Y toda esta parrafada me lleva hasta este momento, en el que estoy a punto de decir maravillas de "Dolor y dinero", una película de Bay ¡¡¡¡basada en hechos reales!!!!

En Miami, entre 1994 y 1995 (época en la que Michael Bay se encontraba rodando su opera prima, la terrible "Dos policías rebeldes"...), tres culturistas que rozaban la oligofrenia urdieron un plan para lograr dinero para llevar la vida que ellos creían que merecían: sirviéndose de sofisticados disfraces, secuestrar a uno de los socios del gimnasio donde eran monitores, torturarle hasta conseguir las claves que les dieran acceso a su dinero, y después dejarlo en libertad sin ningún miedo a ser reconocidos. Pero, como ya he comentado, no eran muy espabilados, y claro, todo se torció y acabó siendo un desastre que tuvo como consecuencia varios muertos y condenas a muerte...


Michael Bay nació para dirigir esta historia. No sé si lleva toda su carrera perfeccionando su estilo para lograr esta película, o simplemente se trata de una coincidencia afortunada fruto de una alineación planetaria. El caso es que me cuesta imaginar a otro director capaz de realizar este retrato tan descarnado y divertido de la cara más hortera y deprimente de la sociedad occidental.




El guión era sin duda una perita en dulce, que daba para mucho  Los tres protagonistas no tienen desperdicio ninguno: un monitor de gimnasio expresidiario obsesionando con los músculos y el triunfar a cualquier precio; un culturista impotente a consecuencia del abuso de esteroides obsesionado con las mujeres con sobrepeso; y una montaña de músculos con muy pocas luces que ha superado una adicción a la cocaína en el presidio gracias a que ha abrazado la fe cristiana.. Pero es que el resto de personajes no les van a la zaga: empresarios triunfadores groseros, horteras y chulescos; strippers rumanas que toman "Pretty Woman" como ejemplo a seguir; empresarios pornográficos y sus recauchutadas esposas; enfermeras obsesionadas con los hombres negros y, cito literalmente, "sus cerezas recubiertas de chocolate"; policías vagos e ineptos; sacerdotes expresidiarios con tendencias homosexuales... Solo el personaje al que da vida el siempre magistral Ed Harris parece tener algo de sensatez, y su aparición hacia mitad de metraje es una manera brillante de demostrar que lo que están contando es verídico, y no una tomadura de pelo.

Como se ve, la historia hubiera sido perfecta para, por ejemplo, los hermanos Coen, Guy Ritchie ocualquiera de los dos McDonagh. Pero es que ellos no hubieran llenado la película de todos esos detalles marca de la casa de Bay: abuso de la cámara lenta, luces estroscópicas, mujeres con pinta de actrices porno y actitud siempre complaciente, planos de las barras y estrellas, hombres musculados y siempre bronceados... Y es que
esos detalles, que normalmente (y con razón) sacan de sus casillas al espectador, aquí son una herramienta narrativa de primer nivel, ya que reflejan perfectamente la manera que tienen los protagonistas de verse a sí mismos y el mundo que les rodea. Todo ese exceso es el mejor modo de narrar esta historia tan grotesca. La historia es tan alucinante que en un momento dado, el director incluye un cartel en el que avisa "Esto sigue siendo una historia real..." No sería justo hablar solo de lo bien que quedan sus tics visuales, ya que sorprendemente (¿Hay algo más sonrojante que las horripilantes escenas protagonizadas por los padres de Shia LaBeuf en la saga "Transformers"?) Bay maneja bastante bien aquí la comedia. Aunque claro, parte del mérito en esto está en los actores, que están todos estupendos y se presan por completo al juego: Mark Whalberg, Anthonie Mackie, Ed Harris, Tony Shaloub, La Roca . Si. Hasta La Roca está estupendo.

Una de las sorpresas del 2013 Solo puedo decir a la gente que debería dejar sus prejuicios atrás y animarse a verla y reirse durante dos horas. Y el que quiera, que reflexione después de lo que ha visto,  que la cosa tiene tela. Lo mejor que se me ocurre decir de esta película es que si los protagonistas de los hechos vieran la película, creo que se sentirían orgullosos de ella.