viernes, 10 de junio de 2016

Salto evolutivo.


Tras lograr sofocar el intento de asesinato de Bolivar Trask, los mutantes viven sin hacer mucho ruido, o con una falsa identidad. Sin embargo, la aparicion de Apocalipsis, el mutante más antiguo conocido, que promulga la supervivencia del más fuerte, dará un vuelco, quien sabe si fatal a su situación.
NOTA DEL AUTOR: Dado que esta película refleja unos tebeos muy queridos para un servidor, que se inició con ellos en el mundo de los mutantes, puede ser que mi criterio haya sido (parcialmente) abolido.
Siguiendo con la cada vez más enraizada y despreciable  tendencia de coger manía a una película sin haberla visto, se esta extendiendo la idea de que esta "X-Men: Apocalipsis" se trata de la peor entrega de la saga mutante, a la altura de "X-Men. La decisión final" aquel despropósito que perpetro el siempre temible Brett Ratner hace ya 10 años. Una vez vista la película no puedo evitat empezar a preguntarme si no estaré perdiendo la cabeza y/o el gusto, ya que me ha parecido que se trata de lo mejor que que ha salido del universo cinematográfico mutante junto con las estupendas "X-Men 2" y "X-Men. Primera Clase", quedando a mí parecer por encima de la interesante pero algo rutinaria "X-Men: Días del futuro pasado".
¿Que tiene fallos? Por supuesto.
El primero es ese que afecta con frecuencia a las películas con tantos personajes como esta: la falta de profundidad de muchos de ellos. Y eso que servidor tiene un cierto conocimiento previo de los referentes en la viñeta, lo que hace que, en parte, esos vacios se vean parcialmente cubiertos por horas y horas de lectura. Y a pesar de todo, hay personajes que quedan quedan reducidos a meras siluetas, con Júbilo y los jinetes de Apocalipsis, más allá de Magneto, claro está, como mayores damnificados. Su concepción visual está más que lograda en todos ellos (la Mariposa Mental de Olivia Munn tiene desde ya ganado un lugar en el Olimpo de las fantasías eróticas nerds...), pero a la hora de la verdad se quedan en meros cromos que casi no tienen ni frases y ni peso en la trama.
En relación con esto esta la labor de los actores, sobre todo de los jóvenes, que no es que sea nefasta, pero si que es un tanto pobre y no termina de sacar todo el jugo a sus personajes. El que más me ha decepcionado quizás sea el Cíclope de Tye Sheridan. Y no porque James Mardsen lo hiciera mejor (más bien al contrario...), pero ni de lejos extrae todo el potencial que tiene este personaje. Quizás sea por el hecho de que para interpretarlo no se pueden utilizar los ojos, pero su labor queda a años luz del emotivo trabajo que realizó en la genial "Mud". Los nuevos interpretes de Jean Grey, Tormenta y Rondador Nocturno, aunque tampoco son desastrosos, no llegan al nivel de los interpretes previos. Miedo me da cuando sustituyan a Hugh Jackman...
Y por ultimo está el humor autoconsciente y referencial, que no funcionan en absoluto. Las películas de los mutantes nunca se han caracterizado por su humor, y el trabajo de Bryan Singer tampoco, y no es algo censurable en absoluto. Pero seguramente espoleados por lo bien que ha funcionado el humor que Marvel Studios ha introducido en sus películas y por el éxito de "Deadpool", los autores no resisten la tentación de meter un chiste metacinematográfico relativo a la calidad cinematográfica de las secuelas, que da como resultado el que probablemente sea el momento más sonrojante del año en el cine superheroico... Eso sí, las notas de comedia que introduce el personaje de Mercurio, son de agradecer.

A pesar de lo que pueda parecer, la película me ha parecido una gozada, porque estos fallos están  compensados por multiples aciertos los aciertos que aporta.

La ambientación de época de cada una de las películas de esta nueva trilogía en las décadas de los 60, 70 y 80. Si "X-Men. Primera generación" eran la Patrulla-X de Thomas y Adams, "X-Men. Dias del futuro pasado" eran los de Claremont y Byrne, estos son los de Claremont, Silvestri y el matrimonio Simonson: espectaculares, excesivos y rozando el horterismo en su vestimenta y con un punto sombria. El espíritu de cada época contagia todas las películas con detalles como la música (impagable el uso de "Four horsemen" de Metallica...) dandoles personalidad, y en este caso se hace presente con ideas tan brillantes como el lanzamiento de misiles involuntario por los dos bandos de la Guerra Fría (el mayor miedo de todos los habitantes del planeta en aquellos años...) o la aparición de lugares tan turbulentos en aquellos años como Berlín, Polonia o El Cairo. Todo un acto de valentía por parte de los creadores en una época en la que el cine de entretenimiento carece de de contexto más allá de las ya cansinas reminiscencias del 11-S. Si hubieran incluido a personajes tan netamente ochenteros como Dazzler o Longshot, servidor aun estaría dando palmas con las orejas.
La elección de Apocalipsis como villano era una apuesta arriesgada: el hacer que el villano sea un tio azul de aspecto biomecánico tenía muchos votos para convertirse en algo desastroso, pero no solo logran sortearlo sino que lo convierten en alguien bastante terrorífico. La excelente escena inicial es en gran parte responsable de esto, pero sería injusto negarle a Oscar Isaac el mérito por lograr que su incorporación del personaje no caiga en el ridículo. Además a nivel de guión, hay aspecto que mejoran el original de las viñetas, como el reclutamiento de los cuatro jinetes.
Y no se puede hablar de esta película sin reconecerle las excelentes secuencias de acción. Ya he citado la estupenda secuencia inicial que narra el origen de Apocalipsis con un vibrante aliento aventurero, pero es que momentos como la emboscada y el reclutamiento de Magneto, la secuencia de hipervelocidad de Mercurio, o la estancia en Arma-X (Barry Windsor Smith puede estar orgulloso con la crudeza de esta secuencia) no le quedan a la zaga. Pero es en el climax donde la película alcanza unas cotas de personalidad y abstracción más elevadas, con esa batalla simultanea en el plano físico y psíquico, a medio camino entre la destrucción desaforada de los tebeos Marvel que la inspiran y la carga psicoanalítica del Surrealismo, resuelta de manera magistral y con reminiscencias a "Origen" o a aquella reivindicable película de los 80, "La gran huida".
Por si ha quedado alguna duda, me ha encantado. Si la saga va a seguir, tal y como muestran la escenas post-títulos con Mr. Siniestro en la década de los noventa, y los personajes van a gastar ese look en plan Jim Lee (época por la que, a pesar de lo denostada que está hoy en día también siento una especial querencia), la cosa pinta muy bien.

3 comentarios:

  1. La voy a ver hoy! Luego pasaré a comentar :D

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  2. Pues como dices, la verdad es que los que hemos consumido comics bastante tenemos con ir pillando referencias (el look de tormenta, qué?, mítico, no?)... A mi me ha molado también, aunque me hubiera molado más si hubieran hecho un "mundo alternativo" del que luego salir como en los comics, aunque entiendo que viniendo de "dias de pasado..." era repetir el rollo. a mi de los actores nuevos, sophie turner me tiene ganao, eso sí.

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    1. Creo que estabamos destinados a que esta película, por nuestro bagaje tebeístico, nos flipara. A mi me parece muy bien la resolución que dan, lo otro hubiera sido demasiada carambola ¿no te parece?.
      Por algún sitio, he leido una reflexión curiosa, y es como hemos pasado del cuero negro de la película original hace 15 años, que a su vez marcó el vestuario de los primeros compases del vestuario mutante en el siglo XXI, para acabar esta última película con un retorno a los trajes coloristas. Todo pasa, todo vuelve...
      Saludos y muy contento de verte por aquí de nuevo.

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