domingo, 24 de abril de 2016

Selección artificial.


Caleb es un programador que trabaja para Bluebook el motor de búsqueda más potente del mundo. Gracias a su buen hacer gana como premio el pasar una semana en la casa/taller de Nathan, el excéntrico creador y dueño de la empresa, que le brindará la oportunidad de conocer su más importante y ambicioso proyecto, Ava, un androide equipado con una inteligencia artificial que rivaliza con el cerebro humano.
Voy tachando películas de la lista del año pasado que tenía pendiente (muy, demasiado) poco a poco. Y "Ex-Machina", una de las películas de ciencia-ficción más aclamadas del año tenía que caer. Y la verdad es que ha resultado una experiencia curiosa, no tanto por lo novedoso de la cinta, sino por la mixtura de géneros que supone.Y es que lo que a priori parece una pieza de C-F minimalista, casi de cámara: tres únicos personajes,  prácticamente una única localización... esconde una relectura en versión futurista de un relato noir con femme fatale, que a su vez sirve de envoltorio para una reflexión sobre la evolución humana.

Así, en un contexto ligeramente futurista, se plantea una historia sobre relaciones de poder y manipulaciones tanto intelectuales como emocionales, con reminiscencias a "Vertigo", "La huella" y el tratamiento de los espacios cerrados de Polanski en su primera época. Aunque la película presenta un tono moroso al inicio, que puede hacer que los más impacientes renuncien a ella por encontrarla aburrida, poco a poco el debutante Alex Garland (que antes había firmado guiones como "La playa", "28 días después" o la muy reivindicable "Dredd", propuestas todas ellas marcadas por la reclusión y los espacios cerrados), va logrando introducir al espectador en la trama y consigue un tono íntimo y claustrofóbico que enriquece el relato. A esto ayudan los diálogos, bastante trabajados y creíbles, y capaces de generar la tensión y la desconfianza que la película necesita. Sin embargo esa buena labor se echa de menos en la construcción del guión. Y es que a pesar de tener buenas ideas, como esa secuencia que implica a uno de los personajes, un espejo y una maquinilla de afeitar, tiene errores de bulto. Hay con situaciones forzadas con el único objetivo que la trama avance que, además de verse venir a kilómetros de distancia, le restan enjundia a la película al dejar la credibilidad para otro día.

Y tras esta capa noir, se encuentra el meollo de la película, que es una reflexión sobre la evolución de la inteligencia artificial, y por extensión sobre la condición humana. Sin animo de entrar en detalles que arruinen la trama, la cinta muestra una visión bastante pesimista del ser humano y de su evolución, que queda reflejado como una auténtica guerra en la que el más inteligente y despiadado sobrevive, siempre a base de dejar tras de sí victimas por ser más compasivas o más ingenuas.

No me puedo resistir a comentar los efectos visuales de "Ex-Machina". Resulta curioso el que esta cinta se llevara el Oscar a mejores efectos visuales en la pasada edición. No porque no sean ciertamente estupendos y del todo inapreciables, sino porque frente a delirios grandilocuentes como "Mad Max. Furia de la carretera" o "El despertar de la fuerza" resulta llamativo. Una vez que parece que ya no hay nada  imposible para las imágenes infográficas ¿se habrá producido un movimiento de péndulo y habremos entrado en una era de minimalismo visual? Solo el tiempo lo dirá.

Como decía al principio, a pesar de que "Ex-Machina" está lejos de ser una película perfecta, tiene los suficientes puntos de interés para verse con agrado.

lunes, 11 de abril de 2016

El amanecer de DC.




Unos meses después de la batalla de Superman contra Zod, la opinión pública se divide entre los partidarios y los detractores del ser que les salvó. Pero su mayor detractor no es otro que Bruce Wayne, que retomará su largo tiempo abandonada identidad de Batman para demostrar lo peligroso que es el kriptoniano.

A pesar de que "El hombre de acero" fue la experiencia cinematográfica más decepcionante de aquel año, en ningún momento dudé que iba a ir a ver la secuela si se producía. Cuando se anunció que inspirandose/plagiando al universo Marvel, dicha secuela no solo iba a unir a Batman y Superman por primera vez en pantalla grande, sino que también iba a significar el origen de un universo cinematográfico compartido, quedaba claro que eso no había que perderselo. Aunque fuera para criticarlo. Porque esa sí como hay que hacer para opinar de algo: experimentarlo y luego pronunciarse.

Pero al parecer eso es mucho pedir, porque esta película ha sido el saco de las hostias, y se ha convertido en el foco de tipo de iras desde su misma concepción. Vale que escoger a Affleck como nueva encarnación de Bruce Wayne era exagerado a la vista de su terrible incorporación de Daredevil era un riesgo, y que la idea de volcarse ya a crear un universo cinematográfico tiene cierto oportunismo que no genera ninguna simpatía. Sin embargo, el cine, como la vida, te da gratas sorpresas en ocasiones.

Y es que esta película es un enorme avance respecto a "El hombre de acero". Ya desde las primeras secuencias se muestra ese afán de mejora, con esa reinterpretación que se hace de la batalla de Superman contra Zod, vista por los ciudadanos a ras de tierra, y poniendo de relieve las consecuencias de aquella (absurda) orgía de destrucción. Y lo mejor de todo, es que para hacerlo, no se dedica a reciclar planos de aquella película, sino que recurre a una manera de rodar distinta y mejor. Pues este acercamiento diferenciado (y mejorado) al universo DC va a ser la tónica del resto de la cinta.

Voy a empezar con lo que más recelos despertaba, la reinterpretación de Batman a cargo de Ben Affleck, que para sorpresa de la mayoría, entre la que me incluyo, se salda con un resultado muy positivo. Su Batman es el Batman de Frank Miller en "El regreso del caballero oscuro", que a la vez puede verse como una evolución de Batman tal y como lo dejó la reinterpretación de Nolan: un hombre en la mediana edad, amargado y desconfiado de todo lo que le ha tocado vivir. Sus vivencias, que quedan apuntadas mediante esas potentes secuencias que muestran sus ensoñaciones (aunque más sentido tendría tacharlas de pesadillas), o mediante apuntes como el traje de ese supuesto Robin en la vitrina (otra referencia a la historia de Miller...), dejan claro que esta de vuelta de todo, y que no está dispuesto a confiar la seguridad del mundo a los caprichos de un alienígena. Affleck da la talla fisicamente, mostrando un físico más imponente que el de Superman, lo que aumenta la épica y la emoción de la batalla del hombre que simboliza él, contra la figura mesiánica que simboliza el kriptoniano.

Y siguiendo con Superman, y aunque quizás sea por el contrapunto que supone la figura de Batman,recibe un acercamiento que me parece bastante más adecuado. Los dilemas que plantea tanto a la sociedad como a el mismo la existencia de un ser tan poderoso están tratados con bastante acierto, con secuencias tan poderosas como el rescate durante el Día de los Muertos mexicano. También contrastan sus ensoñaciones con las que sufre Bruce Wayne, ya que aunque también tienen un poso de tristeza, son más luminosas, y están bastante alejadas del tono de pesadilla de aquellas.

Y por último el tercer personaje en importancia, y el que ha acabado resultando el más polémico, el Lex Luthor interpretado por Jesse Eisenberg. Y es que esta sea probablemente la decisión más arriesgada que se ha tomada respecto a la película, ya que convierte al personaje en un desnortado y perverso millenial, locuaz y cargado de traumas. Muy lejos quedan el Luthor caprichoso de Hackman y el avaricioso y calculador Luthor de Spacey: lo que el Luthor del siglo XXI parece perseguir es el caos por el caos, como manera de extender al mundo la locura y desazón que almacena dentro de él. Se podría decir que la opción que se ha tomado es la de acercar su actitud por momentos a la del Joker, y quizás ese sea el error, ya que termina por difuminar su personalidad: ahora es un genio de la tecnología, luego un psicópata disfrazado de filántropo, en la siguiente un profeta del caos, a continuación un niñato que parece complotar para lograr ser espectador de la mayor batalla jamás presenciada...

Otro tema del que se está hablando mucho es del guión, que aunque también supone un gran avance respecto al previo, si que tiene algún punto que hace aguas. Uno de ellos es la investigación que lleva a cabo Lois Lane, que parece un tanto metida con calzador para darle más fuste al personaje e implicarlo más en la trama, a pesar de que al final termine afectando bastante poco. Y otro de ellos es el motivo que hace que los dos personajes se reconcilien y aúnen fuerzas, que sin entrar en más detalles es de los más ramplones que se han visto nunca en una película. El resto les ha quedado bastante redondo, construyendo una historia bastante compacta y con unos cuantos giros interesantes, que además sale, a mi parecer, bien parada de introducir ideas y personajes para películas venideras. Y aquí hacer un inciso sobre Wonder Woman. Por más que su aparición esté un poco metida con calzador, Gal Gadot da muy bien en pantalla, y su uniforme y sus poderes funcionan bien. Lástima que tan poco tiempo en la película no de para saber si más allá de todo esto, la interprete va a tener el carisma necesaria para mantener en pie una película sobre el personaje. El año que viene tendremos la respuesta.

Y por último la realización, que era lo que más me hacía desconfiar. Como dije en su día, Zack Snyder me gusta mucho, pero su realización en "El hombre de acero" fue un auténtico desastre, y es que cada vez que pienso en secuencias como la de la muerte de Pa Kent, o el abuso que hizo de los zooms, me sube la fiebre... Afortunadamente aquí se ha enmendado. Sabe saltar de una trama a otra con bastante soltura sin que se desvíe el interés, cosa bastante complicada en una película como esta con tantos puntos de atención. El retrato que hace de los protagonistas, tanto en su vida personal como en su papel como superheroes es bastante certero, logrando darle un tratamiento distinto a ambos personajes, lo que es de agradecer, ya que otros hubieran dejado que fueran unicamente los uniformes lo que les diferenciaban. Además logra mantener el suspense en momentos como la fiesta en la mansión de Luthor, o la declaración en el
congreso, ambos muy bien resueltos. Y en lo que a las secuencias de acción se refiere, pues supone un regreso al mejor Snyder. Momentos como el enfrentamiento de Batman con los soldados en el sueño apocalíptico, resuelto en un virtuoso plano secuencia, o el combate final, brillan con luz propia. Es una lastima que el realizador no haya podido evitar dejarse llevar por la manía de acentuar el tono oscuro y adulto de la película ambientando las secuencias durante la noche, lo que hace que se pierdan nitidez en las batallas.

Por si no ha quedado claro, me ha gustado bastante la película y ha vuelto a generar mi interés en el universo DC cinematográfico. Ojala no haya sido un espejismo y el resto de las películas saquen partido al potencial que tiene este universo.